ATENCIÓN: esta entrada no contiene spoilers. Os aconsejo que para una lectura más ambientada, pulséis sobre el play del reproductor.
Como ya os adelanté, hoy tenía entradas para el estreno del Código da Vinci en la gran pantalla y a pesar de haber leído el libro y de las malas opiniones que había escuchado pensaba que no me decepcionaría.
Y efectivamente, así ha sido. Acabo de llegar a casa y mi sensación, tras la película, no puede ser más satisfactoria.
Realmente el film de Ron Howard consigue lo que muy pocas de su especie (películas basadas en libros) son capaces de hacer y esto es ajustarse perfectamente a la obra. Es decir, he visto, lo que en su día me imaginé y sentí cuando leí el libro, y esto creo que es muy importante y le da mérito al largometraje.
Hablando precisamente de largo, y de forma paradójica, han sido dos horas y media que se ma han pasado volando porque en ningún momento ha dejado de haber acción o intriga. Tom Hanks y Audrey Tatou (la actriz de Amelie) encarnan perfectamentem a los personajes del libro y por tanto también me ha parecido muy acertada su elección, aunque sin duda, el mejor con diferencia, es un desconocido Paul Bettany en la figura de Silas (el monje del Opus Dei).
Por tanto, después de leer las incomprensibles y exageradas críticas, algunas de ellas casi de risa como esta de Rafael Portela, que he leído en estos días previos, no me queda más que pensar mal. Pensar que la Iglesia católica quizás se haya tenido que gastar un buen dinero para que todas esas plumas “periodísticas” apuntaran con la tinta a su favor. Una pena, pero así es el dinero; no hay que perder clientes 🙂
En definitiva, que os recomiendo que veáis el Código da Vinci. De verdad. No os decepcionará.
A ver si me llego a verla y ya te diré que me parece. El libro me gustó bastante, aunque el final dejó bastante que desear. El sábado estuvimos a punto de ir a esta pero no quedaban entradas, y finalmente vimos “1 franco, 14 pesetas”.
Un besote y por cierto, muy chula tu nueva imagen posso 🙂
Muchas gracias apañá 🙂 Seguro que cuando veas la peli no te defrauda. Preparada ya para la feria de Córdoba?
A los fines de respoder tu inquietud y complementar lo que te respodió el colega Pablo Peralta, te remito lo siguiente:
Te comento inicialmente una reseña literaria que el suplemento ‘El cultural’ del diario español EL MUNDO ha publicado sobre el libro ‘El código Da Vinci’. La firma Rafael Narbona y fue publicada el 4 de diciembre de 2003.
Los libros que nacen con vocación de best-seller apenas logran ocultar su condición de productos manufacturados. ‘El código Da Vinci’ no es una obra de creación, sino un artefacto concebido para transformarse en un fenómeno comercial. Reúne todos los elementos que garantizan el éxito fácil: una trama policíaca, con conexiones políticas y religiosas, unos personajes estereotipados, ciertas dosis de trascendencia filosófica, un erotismo libre de estridencias y una escritura plana.
Robert Langdon, un experto en simbología con aires de Harrison Ford, descubrirá que el Santo Grial no es una copa sino el nombre oculto de María Magdalena. Descendiente de reyes, María Magdalena no fue una prostituta sino la esposa de Jesús y la madre de su hija, Sarah. Su vientre recibió la sangre de Cristo y su misión era perpetuar el linaje de un profeta mortal, que sólo se convirtió en Hijo de Dios por efecto de manipulaciones posteriores. Jesús escogió a Magdalena como cabeza de su Iglesia, pero Roma nunca aceptó ese legado, organizando las Cruzadas para destruir los documentos que revelaban la verdad.
El Priorato de Sión surgió como una orden secreta encargada de conservar las pruebas que acreditaban la existencia del linaje engendrado por Jesús y Magdalena. Leonardo da Vinci, Boticeli, Newton y Víctor Hugo pertenecieron a esa sociedad. Cumplieron con su compromiso, pero sembraron sus obras de símbolos que aludían a esa historia: el apóstol que ocupó la derecha de Cristo en ‘La Última Cena’ de Leonardo no es otro que María Magdalena.
Tal Vez Brown haya pretendido emular a Umberto Eco, mezclando misterio, erudición y filosofía, pero sólo ha conseguido elaborar un libro oportunista y pueril. La perplejidad de Langdon ante una inscripción que se atribuye a una lengua muerta se resuelve cuando un espejo revela que las letras están simplemente invertidas. La presunta implicación del Vaticano sólo evidencia una obscena complacencia con el escándalo. Ron Howard ya ha manifestado su intención de realizar una adaptación cinematográfica. Si es cierto que los malos libros inspiran excelentes películas, habrá que esperar una obra maestra
LA verdad es que cada vez tiene peores referencias, a ver si la veo y porfin puedo opinar
Pues yo la he visto, y despues de leer el libro, bueno, me quedo con el libro, pero lo que si es cierto, que si te gustan estos temas, te vas a quedar con ganas de mas, lastima que la pelicula no de para una segunda parte, pero quien sabe con lo proximo que nos asombrara Dan Brown.
no me gustan los comentarios
No he visto la pelicula, pero ya lei “Los secretos del codigo”. Y veo que hay una tergiversacion de los hechos muy adrede..
En mi opinion; Leonardo pinto la Ultima Cena en venganza por haber sido expulsado de la logia masonica a la cual pertenecia..el quiso conservar los estatutos verdaderos de la orden de la Calavera..Ponganse en contacto conmigo..estoy haciendo un proyecto .”Los conjurados xiii de una secta,,le dieron muerte al rey…de los judios…Nostradamus