Una vez más la tragedia se cierne sobre unos railes.
Esta vez no ha sido Madrid, sino Valencia. Pero el dolor el mismo. 41 víctimas, sus familias y un segundo que se hizo eterno para muchos. Prefiero quedarme con esta parte del juego; la otra ya es imposible cambiarla.
La parte del juego en la que ahora hay muchos que piensan que dentro de un segundo puede caber toda una vida.
Un conjunto de historias, de emociones, de aventuras, de vivencias, de sentimientos, de trabajo, de amigos, de familia, de amor.
En un momento determinado de nuestra existencia todo eso y mucho más puede brillar y desaparecer para siempre en un segundo… Un segundo que se esconde tras una vagón de metro, tras una peligrosa amenaza que el destino tiene preparado a un ser humano.
Ese segundo se hizo eterno y a ellos le enseñó todas esas cosas como en una pantalla de cine. Pero al terminar no se apagó, se encendió con el fuego de un ángel y ahora pueden valorar uno a uno y todos cuantos segundos le puedan quedar en su existencia.
Uff, sobrecoge la idea de pensar en semejante giro de nuestra vida en un solo segundo.
No nos queda mas que vivir segundo a segundo y valorar cada uno como se merece.
Un abrazo… :/
No veas el encogimiento que me dió en el corazón al leer la noticia… y es que mi ex vive en Valencia. Piensas, seguro que está bien, pero hasta que no lo confirmé no me quité esa sensación.
No quiero ni pensar como deben estar los allegados de esas 41 personas. :S