Todo en internet se mueve por usuarios y passwords. La mayoría de redes sociales y servicios de la red necesitan identificar a las personas y por eso nuestras contraseñas se convierten en auténticas llaves virtuales que nos abren muchas puertas.
Desgraciadamente, como en el mundo real, aquí también hay gente que le gusta eso de meterse en terreno ajeno y tratan de descifrar estos códigos para acceder a nuestra información.
Me imagino que los hackers son capaces de todo, pero al menos no se lo pongamos tan fácil con passwords del tipo: “123456” o el nombre de tu mascota.
Eduardo Arcos recoge una serie de parámetros para aumentar el nievel de seguridad de nuestras contraseñas:
- Debe tener 7 a 14 caracteres debido a la forma en que la encriptación funciona, 14 caracteres es preferible.
- Debe tener caracteres en Mayúscula y minúscula.
- Debe tener números
- Debe tener símbolos como ` ! ” ? $ ? % ^ & * ( ) _ – + = { [ } ] : ; @ ’ ~ # | \ < , > . ? /
- Por la manera en que la encriptación funciona, debe tener un símbolo en la segunda, tercera, cuarta, quinta, o sexta posición.
- No debe parecerse a ninguna de tus contraseñas anteriores.
- No debe ser tu nombre, el nombre de un amigo, familia o parte del nombre de usuario.
- No debería ser una palabra de diccionario o un nombre común.
Y si os da un poco de pereza, siempre podéis usar sistemas automáticos como Strong Password Generator, aunque yo ya, ni me fio…
prueba de comentario
Probando…
A ver si sale mi comentario… 🙂
Creo que es un post interesante, hoy en día todo va mediante password y nada fastidia más que el hecho de que lo descubran y pierdas el servicio en cuestión o te lo pongan patas arriba. Los consejos son realmente buenos… aunque yo, como soy un pelín paranoica, no me fiaría tampoco del psswordmaker; prefiero montármelo por mi cuenta.