Nueve segundos y cincuenta y oho centésimas es menos de lo que tardarás en leer este artículo; es casi un abrir y cerrar de ojos, un chasquido de dedos, pero desde ayer es el límite de la velocidad humana y lo marcó una persona que parece venir de otro planeta: Usain Bolt, que en los campeonatos del mundo de atletismo, voló sobre la pista de Berlín y dejo maravilladas a millones de personas que como Wendy y yo veíamos la final de los 100 metros lisos.
Un momento histórico porque estoy seguro que pasarán muchos años, quién sabe cuántos, hasta que otra persona sea capaz de rebajar esta marca. Quizás sólo el propio Usain sepa hasta donde puede correr. De momento, se convierte en un trabajador bien remunerado: ¿quién es capaz de ganar 130.000 dólares en 9,58 segundos? Impresionante.
Una demostración de poderío increible, y creo que están por llegar más cosas, no? tiempo al tiempo, que Bolt tiene cuerda para rato 🙂
Yo en los 100 metros no llego a la hora…
Lo vi ayer en directo. Sencillamente, como dices tu, de otro planeta. Impresionante.
Carpe Diem