Claves de tu estrategia social media

Existen una serie de claves a la hora de desarrollar acciones de marketing en redes sociales  y que son comunes a todas ellas.

Hablamos de una serie de recomendaciones genéricas, más allá de las particularidades de cada plataforma, y que conviene que tengas siempre muy presente. Me parece oportuno que las conozcas ahora, antes de que pasemos a analizar cada una de ellas con mayor profundidad.

Pueden resumirse en una fórmula con tres elementos que tiene en cuenta el funcionamiento habitual de cualquier red social en tres fases que te había explicado anteriormente:

ESM = V + P + C

La fórmula se interpreta de la siguiente manera: nuestra Estrategia Social Media (ESM) debe ser la suma de Visibilidad (V), Proactividad (P) y Control (C).

La visibilidad consiste en posicionarnos en aquellas redes más atractivas para nuestra empresa y que, además, cuando nos encuentren, la imagen que proyectamos en ese perfil, página o canal, sea la adecuada. Algunas de las cuestiones que implica trabajar la visibilidad son:

  • Seleccionar las plataformas que mejor se adapten al perfil de nuestra empresa. Y aquí, como vimos durante la elaboración del plan de marketing digital, podemos tener en cuenta muchos criterios: ¿Dónde están nuestros clientes? ¿Dónde está nuestra competencia? ¿Cuál red nos permite obtener más retorno? Por ejemplo, una tienda de ropa juvenil muy probablemente debería optar por Instagram o Snapchat, mientras que quizá un bufete de abogados debería apostar por Linkedin.
  • Mejor estar en pocas y mantenerlas actualizadas que estar en muchas y no hacerlo. No hay nada peor que dejar flotando cadáveres por el ciberespacio.
  • Cuidar el aspecto. En el mundo social media las primeras apariencias importan y mucho. Y no solo hablamos del diseño; esto también incluye los textos asociados a las descripción (bio/acerca de).
  • Realizar nuestras primeras publicaciones para que cuando comiencen a llegar los primeros seguidores encuentren contenido.
  • Comenzar a obtener una “primera capa” de seguidores de un entorno cercano y de confianza (familiares, amigos, trabajadores, proveedores, empleados…) y cuidar el ratio con respecto a las cuentas a las que seguimos. De este modo, cuando comience a llegar la “segunda capa” de seguidores (clientes, potenciales clientes…) se llevarán una buena imagen.

La proactividad tiene que ver con pasar a la acción. No basta con tener asegurada una visibilidad en redes sociales, es fundamental comenzar a generar contenido e interactuar con nuestra comunidad.  Algunas de las cuestiones que implica trabajar este elemento son:

  • Trazar un plan editorial para cada red social elegida y que responda a las preguntas de qué publicar, cómo publicar y cuándo publicar.
  • Como te expliqué, en Internet el contenido es el rey y el éxito lo conseguiremos en la medida que seamos capaces de publicar contenidos de calidad, inéditos, divertidos, creativos, originales.
  • Usar el Inbound Marketing en nuestro favor. Sabemos que existen diferentes tipos de contenidos en función del objetivo que busquemos (atraer, convertir, cerrar o fidelizar).
  • Contar lo que sabemos hacer mejor que nadie o mejor conocemos. Reutilizar contenidos de otros canales. Vender con estilo. Cuidar la ortografía.
  • Ampliar nuestra audiencia. Tras nuestra primera capa de seguidores de confianza, debemos buscar seguidores que formen parte de nuestro público. Para ello, además de publicar contenido específico, podemos encontrar cuentas potencialmente interesantes a través de búsquedas temáticas, geográficas o incluso entre los propios seguidores de la competencia. Una vez localizadas podemos seguirlas o interactuar con su contenido para llamar su atención.
  • A medida que nuestra comunidad vaya creciendo será esencial interactuar con ella y fomentar el debate. Responder, solicitar opinión, dinamizar, etc…
  • Ver, escuchar y aprender de los mejores. Analizar cómo actúan en redes sociales la competencia u otras cuentas de éxito que llevan tiempo consolidadas.

El control se basa en el seguimiento de resultados y el cuidado de la reputación online. Esto implicará:

  • Revisar con frecuencia las estadísticas propias de cada red social. Obtener informes que recopilen las principales métricas, así como la evolución, hitos alcanzados y comparación respecto a la competencia.
  • Monitorizar continuamente y estar atento de lo que se dice sobre nosotros en cada plataforma. Para ello usaremos herramientas como Google, Google Alerts o los buscadores nativos de cada red social.
  • Optimizar nuestro posicionamiento con hashtags o palabras claves para conseguir que los primeros resultados en buscadores correspondan a nuestros canales o publicaciones.
  • Entender que nos relacionamos con personas. Hay que huir de un tono demasiado formal, distante o protocolario tratando de humanizar nuestra marca.
  • Recordar siempre que hablamos en nombre de una organización. Evitar las opiniones personales.
  • Ser humildes, completamente transparentes y rectificar en el caso de haberlo hecho mal.
  • Responder a todo, siempre que se pueda. Usar el humor en nuestro favor.
  • En Internet todo perdura. Recordar que todo lo que publiquemos se puede volver en nuestra contra. Pensar en las consecuencias.
  • Lidiar con los trolls y contar con un protocolo de actuación ante una posible crisis de reputación online. Tener la suficiente mano izquierda para convertir las adversidades en oportunidades.

 A partir de ahora y durante los siguientes apartados, estudiaremos cómo funcionan algunas de las redes sociales más importantes y cuáles son las claves para un uso corporativo.