Claves para la gestión de la seguridad

Para evitar todas las perjudiciales consecuencias que hemos visto, existen una serie de medidas y herramientas que aumentan nuestra seguridad en la red. Las repasamos:

Utiliza contraseñas robustas

Las contraseñas son como las llaves de acceso a cada uno de nuestros hogares tecnológicos o digitales.

Para que sean seguras, debes crear contraseñas difíciles de descifrar. Lo más importante es que sea una contraseña larga, que incluya mayúsculas y minúsculas, algún número y algún símbolo. Ejemplo: PEpitaTirita2121*

Procura que esta contraseña no incluya palabras reales ya que algunas técnicas de hacking se basan directamente en pasar un diccionario, ni información personal (nombres, DNI, teléfono, fecha de nacimiento…) que los atacantes puedan relacionar contigo, ni letras o números consecutivos (abc, 123…) Por ejemplo, estas son las contraseñas más usadas (y a la vez más inseguras) de España. ¿Qué te parecen?

Puedes usar el servicio de detección de contraseñas seguras de la firma Kaspersky para comprobar si tu password es seguro.

Comprobando la seguridad de una contraseña | Fuente: Kaspersky Password Checker

Además es muy recomendable que tengas una contraseña diferente para acceder a cada cuenta o servicio y tratar de actualizarla con frecuencia (unas tres o cuatro veces al año). De esta forma evitarás que alguien que descifra la contraseña de alguno de tus servicios pueda acceder a otros.

Con todas las recomendaciones anteriores, puedes utilizar un patrón o regla nemotécnica para generar nuevas contraseñas en cada servicio, actualizarlas periódicamente y recordarlas. En este vídeo te enseño cómo:

@jaspeante

Responder a @wendyblues80 5 SUPERCONSEJOS para tener una CONTRASEÑA SEGURA y NO OLVIDARLA #contraseña #password #seguridad #socialmedia #trend

♬ Classical Music – Classical Music

Si te resulta muy complejo recordarlas todas, puedes usar gestores de contraseñas. De este modo, en lugar de tener que memorizarlas, esta herramienta te permite almacenarlas de forma segura y acceder a ellas cuando las necesites reduciendo el riesgo de que sean adivinadas o robadas.

Existen muchos gestores de contraseñas disponibles, tanto gratuitos como de pago. Algunos de los más populares son LastPass, 1Password y KeePass. Puedes elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias.

No compartas tus contraseñas con nadie por ningún medio. Ni siquiera de tu entorno más cercano. Evita teclearlas delante de otras personas o en equipos públicos.

Verificación en dos pasos

Siempre que puedas, y como medida extra de seguridad, activa la verificación en dos pasos. Se trata de un método de autenticación que va un poco más allá de ingresar simplemente una contraseña para acceder a tu cuenta.

En la verificación en dos pasos como su nombre indica, se añade una forma más de identificación. Puede ser por ejemplo recibiendo un código de verificación en tu teléfono, o confirmando que eres tú a través de una app o dispositivo alternativo.

Recuerda:

La verificación en dos pasos puede ser la diferencia entre ser víctima de un ciberdelincuente o no.

Por último, no olvides configurar en tus dispositivos y redes sociales las opciones de recuperación (sin respuestas sencillas a las preguntas de seguridad, con un número de teléfono de recuperación).

Aumenta la seguridad en tus dispositivos

Lo ideal es que si varias personas en casa van a acceder a los equipos tecnológicos en el hogar (ordenadores, tablets, smartphones…), crees diferentes usuarios. Por ejemplo, puedes crear una cuenta de usuario estándar para tus hijos, con permisos limitados, en lugar de utilizar solo la de administrador:

En el caso de que estés en el trabajo o en lugar público, cuando te alejes del ordenador, aunque sea un momento, bloquéalo (Win+L en el caso de windows y Control+Comando+Q en el caso de Mac) para que nadie pueda acceder a tu información o se haga pasar por ti en el correo electrónico o las redes sociales.

Bloqueo de pantalla en Windows

En móviles y en tablets es muy importante configurar un patrón o código de desbloqueo para que nadie pueda acceder cuando no estés usándolos. Y por supuesto, si además del código el dispositivo tiene la posibilidad de configurar reconocimiento facial o por huella dactilar, también es recomendable activarlo.

Siempre actualizado

Mantén actualizado los sistemas operativos de cada uno de tus equipos así como todos sus programas, aplicaciones, plugins y complementos. Constantemente aparecen nuevas vulnerabilidades y amenazas a la seguridad que siempre afectarán más a los equipos desactualizados.

Antivirus, mejor prevenir que curar

Instala un antivirus y por supuesto mantenlo actualizado. También en móviles y tablets. Analiza el sistema de vez en cuando. Analiza los archivos que recibas por correo, o descargues de Internet, de una memoria USB o una tarjeta de memoria (como las de los móviles y cámaras digitales).

Descarga de apps

Lee muy bien y documéntate antes de instalar cualquier cosa. Descarga aplicaciones sólo desde fuentes oficiales (Google Play en Android, App Store en iOS). Comprueba que lo que vas a instalar es lo que necesitas, que no es una copia falsa o pirata (puede llevar virus). Algunas de las comprobaciones que se recomienda hacer son:

  • Quién es el desarrollador ¿es uno conocido?
  • Cuántas descargas y comentarios tiene la aplicación ¿Son positivos?
  • Qué permisos pide
  • Durante la instalación, lee las opciones para evitar instalar otros programas o complementos que no deseas

Copias de seguridad

Realiza copias de seguridad periódicamente. Tanto del sistema, como de tu información (contactos, archivos, imágenes, etc.). Puedes hacerlas tanto en un disco duro físico (interno o externo) como en discos duros virtuales (servicios en la nube):

Accesos inalámbricos

Controla tus conexiones inalámbricas. Protege tu WiFi con cifrado WPA2 y cambia las claves por defecto del router. Evita conectarte a redes WiFi públicas. Desactiva WiFi, Bluetooth y NFC cuando no los necesites.

Para cambiar la clave del router:

  1. Abre un navegador web y escribe la dirección IP de tu router en la barra de direcciones. La dirección IP suele ser algo similar a 192.168.1.1 o 192.168.0.1.
  2. Ingresa el nombre de usuario y la contraseña del router. Si no estás seguro de cuáles son, consulta el manual del router o busca la información en línea.
  3. Una vez que hayas accedido al panel de configuración del router, busca la opción para cambiar la contraseña. Esto puede variar dependiendo del modelo de router que tengas, pero suele estar en una sección llamada “Seguridad” o “Configuración avanzada”.
  4. Ingresa la contraseña actual del router y luego escribe la nueva contraseña que deseas utilizar. Asegúrate de que la nueva contraseña sea segura y fácil de recordar para ti, pero difícil de adivinar para otros.
  5. Guarda los cambios y cierra el panel de configuración del router. A partir de ahora, cada vez que intentes acceder al router, tendrás que utilizar la nueva contraseña que has establecido.

Siguiendo estos mismos pasos, una vez que accedes al panel de configuración del router también podrás configurar tu WIFI con cifrado WPA2 en el caso de que no lo tengas aún.

Navegación segura

Navega por páginas webs que sean fiables. Son aquellas en cuya dirección figura https, un protocolo seguro de transferencia de hipertexto. El protocolo HTTPS encripta la conexión entre el navegador del usuario y el sitio web. De esta manera, la información que se envía y se recibe está protegida y se dificulta la intromisión y la intercepción de terceros.