Cuando ya tengas lista tu cuenta, el siguiente paso es conseguir suscriptores y realizar una correcta segmentación. Este proceso se conoce bajo el nombre de gestión de audiencias.
Los suscriptores son la materia prima que hacen posible el email marketing. Están formados por los correos electrónicos y los posibles datos asociados (nombre, profesión, ciudad, etc.) del público al que nos queremos dirigir y que usaremos para el envío de mailings. Por tanto, resulta fundamental cosechar una buena base. Algunas de las fórmulas que existen para ello son:
Podemos añadir suscriptores manualmente dentro del panel “Audiencias” con la opción “Add a subscriber” o importarlos desde un documento (excel o .csv) o lista a través de la opción “Import contacts”. En cualquiera de los casos, recuerda que debes tener un documento firmado con consentimiento expreso (incluido el “he leído” la política de privacidad) y marcar expresamente esa opción en MailChimp.
En este caso los suscriptores se dan de alta en el sistema de forma automática a través de los diferentes formularios que creamos en MailChimp e integramos o enlazamos después en nuestra web, redes o landing pages. Esto se puede hacer desde la opción “Signup forms” dentro de la sección “Audiencias”.
No olvides lo aprendido la lección sobre inbound marketing. Allí te explico cómo desarrollar un correcto proceso de conversión a través de sus tres elementos básicos: llamadas a la acción, páginas de aterrizaje y lead magnets.
A nivel comercial es muy interesante que puedas diferenciar e identificar a tus suscriptores en función de diferentes filtros; esto es lo que se conoce como segmentación y MailChimp permite organizarlos en las siguientes taxonomías:
Quiero recalcar la importancia de realizar una correcta segmentación ya que es fundamental en el éxito de todo el proceso; si consigues clasificar adecuadamente a tu público, después podrás enviar contenidos que le interesen especialmente y conseguirás que avancen en su recorrido de compra (customer journey).
Para terminar, no olvides que es muy importante también sanear las audiencias. Borrar periódicamente a las personas que no abren nuestro email (con un envío previo para tratar de reactivarlos) o las direcciones de correo electrónico que rebotan (por estar mal escritas, sin uso, etc.) permitirá aumentar tu efectividad en las siguientes campañas.