Social Ads es el término que habitualmente reciben los anuncios que puedes encontrar en la mayor parte de redes sociales. Junto con el SEM y la publicidad display, constituyen el tercer gran grupo dentro de los medios pagados de marketing digital.
Su auge viene de la mano del gran crecimiento y popularidad que están experimentando estas plataformas entre la sociedad, permitiendo a las empresas conectar de forma directa e inmediata con todo tipo de públicos.
Pero antes de analizarlos con más detalle, me gustaría recuperar un concepto que ya has estudiado; concretamente el relacionado con el funcionamiento de las redes sociales.
Como recordarás, te explicamos que se articula bajo una metodología que siempre tiene tres fases: en la primera, los usuarios se registran, aportan datos y crean un perfil; en la segunda, empiezan a socializar entre ellos; en la tercera, generan contenido e interactúan con el contenido de otros. Y todo ello, bajo la batuta de un algoritmo que destaca las publicaciones más relevantes dándole mayor visibilidad entre la comunidad.
Aunque el registro es gratuito, no olvides que detrás de estas redes, están grandes empresas tecnológicas que necesitan generar ingresos para resultar rentables. Por ello, su principal modelo de negocio se basa en ofrecer a anunciantes la posibilidad de insertar y teledirigir anuncios, usando precisamente toda esa información y datos que proporcionan los usuarios y que conoce el algoritmo.
Así es como, por ejemplo, si habitualmente interactúas con publicaciones relacionadas con ciclismo o bicicletas en Instagram o sigues a cuentas de este ámbito, no tardarán en aparecer en tu pantalla anuncios de esta temática.
Con todo lo anterior, seguro que puedes intuir las principales ventajas que tienen los social ads como fórmula de marketing: